Al sur de la isla de Nacula está la aldea de Nasisiri. Por tierra se puede tardar de dos a tres horas caminando desde la aldea más cercana, dependiendo de la condición de los senderos, pero en barca solo se tarda unos 20-25 minutos.
Cuidado, que ya estamos llegando...
Aquí ya hay que bajarse de la barca, que la marea está baja y el agua no cubre más que unos centímetros.
Y dónde vamos hoy? Pues aquí, nos están esperando!
Hoy es un día especial, hoy vamos a Nasiriri, y vamos a conocer a la pastelera de la aldea. Casi nada...
Aquí la tenéis |
Esta señora tiene una caseta al lado de la playa, donde sirve bizcochos y pasteles a los turistas de los resorts cercanos y también a los habitantes de la aldea de Nasiriri. La verdad es que el negocio le debe de ir bastante bien, porque competencia ya os digo yo que no tiene ninguna... Se puede decir que tiene el monopolio de la isla de Nacula.
Al lado de su cocina tiene una pequeña caseta con dos mesas, y otras seis o siete al lado de ella, con inmejorables vistas al mar:
Inspeccionando el terreno con Vatili, nuestro guía |
En su pastelería pudimos probar dos de sus bizcochos, uno de chocolate y otro de coco, los dos riquísimos, con la posibilidad de acompañarlos con té o café.
El camarero nos dio la bienvenida, nos dijo que tomásemos asiento y nos tomó nota (mentalmente) de lo que queríamos beber. Nosotros nos sentamos aquí, que había menos gente, al lado de la ventana:
A los cinco minutos ya estaba la señora cortando los bizcochos y el camarero sirviéndolos:
Después de merendar fuimos a dar una vuelta por los alrededores. La playa en sí no es que sea de lo mejor que hay, pero la tranquilidad que se respira es inigualable. Esta es una playa para pescar, no para tomar el sol (se puede ver en las fotos a varias personas cogiendo cangrejos).
E incluso tiene unos servicios, para el que se encuentre en apuros después de la merienda. Eso sí, los servicios al estilo tradicional de Fiji, con su cisterna artesanal:
Os apetece un poco de bizcocho?
Tarta de queso afuega l´pitu con salsa de arándanos no tendrá ¿verdad?
ResponderEliminarSe le había acabado justo cuando llegamos nosotros, una pena...
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