10/2/12

Eficiencia japonesa

Unas de las cientos de razones por las que Japón nos saca 30 años de ventaja es la capacidad de optimización de recursos, la imaginación y la eficiencia.

Estas tres características son evidentes en todo restaurante de bien especializado en Ramen. Para los que no sepáis lo que es, os lo explico yo en un momento. El Ramen (ラーメン) es un plato de fideos de trigo en un caldo de carne o pescado a los que se le añaden ingredientes a nuestro gusto, como carnes, pescados y vegetales en múltiples versiones (fritos, cocidos, en tempura, etc). Todo esto se sirve en un bowl de tamaño considerable y se suele acompañar de un entrante, como los famosos dumplings. Es lo que se podría considerar como la comida rápida japonesa (luego nos preguntaremos por qué la esperanza de vida en Japón es 20 años más elevada...).


Bueno, a lo que iba. Estos restaurantes de Ramen suelen tener solo unas cuantas mesas, y el espacio es más que reducido, siendo en alguna ocasión incluso difícil para los camareros el 'maniobrar' entre las mesas. 


Estos problemas de espacio los tienen solucionados de varias formas:


1- Cuando entras en uno de ellos, como aquí:




no hay que preocuparse por dónde dejar las chaquetas, bufandas, bolsos, paragüas, etc. La camarera según entras y te ve con bolsas o quitándote ropa, te da una bolsa/caja de tela, donde tú pones todas tus pertenencias y luego la dejas en el suelo al lado de tus pies. De esta manera ni se ensucia la bolsa (tiene un soporte para dejarla en el suelo), ni tus cosas, y no se ocupa espacio innecesario.


En otros muchos sitios las chaquetas y cazadoras de las cuelgan en perchas que hay en las paredes. Fijaos:


3- Y el más importante, para evitar problemas de camareros andando de un lado a otro, disminuir el tiempo de espera y facilitar las cosas a los extranjeros: Las máquinas expendedoras. Os explico:


Tú llegas a un restaurante y en la puerta esto es lo que te encuentras:






Máquinas expendedoras donde tú haces el pedido de lo que quieres comer. Sí, desde afuera, antes incluso de entrar al restaurante. En éste en concreto te fijas en las fotos, miras el número que tiene lo que quieres, metes el dinero, pulsas el botón y ya está! Te salen unos tickets y a sentarse, que ya está el cocinero en marcha.


En este otro,


tienes la foto de cada plato con su nombre y precio correspondientes. Aquí sale Anthea señalando el que ella quiso. Yo escogí el de la esquina de la izquierda (mucho mejor, cómo no), y unos dumplings de entrante. Vaya espectáculo, señores:





Así que nada, te sirven normalmemente té verde o de arroz para acompañar y cuando acabas te vas. Simple.


Las ventajas de este sistema son infinitas:


- Se ahorra el espacio de una caja donde pagar, así como el sueldo del cajero o cajera.

- Se acaban los problemas del tipo de "oye, a ver si me cambias el huevo por un filete" o "es que a mi el tomate no me gusta". Se pide de lo que hay, y si lo que hay no te gusta pues a comer a otro sitio, que bastantes preocupaciones tendrá ya el camarero como para tener que aguantar a maniáticos.


- Y la más importante, imaginaros que en vez de este sistema, váis a un restaurante japonés y os encontráis con la siguiente carta:




Creo que no hace falta que de más detalles.


En fin, señores, luego nos preguntamos por qué nos va como nos va en España...


Un abrazo a todos.
 

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