Hace un par de semanas leí este artículo en una página web local. En él se promocionaba una salsa para carne de una restaurante japonés en el que ya había estado con anterioridad, y me llamó bastante la atención.
El restaurante del que hablo se llama Dondonya Shokudo, y tienen 3 restaurantes en Hong Kong. Según contaba el artículo habían incorporado recientemente a su menú una nueva salsa, hasta ese momento exclusiva del restaurante Meijitei, famosísimo establecimiento de la ciudad de Nagano, en el centro de Japón.
Si hacéis click en los links podréis ver alguna foto de los mismos. Digo ver y no leer, porque el del Meijitei está solo en japonés. Buena suerte de todas formas.
El presidente de Meijitei, Hideaki Katada, viajó a Hong Kong a promocionar la salsa, y uno de sus chefs colaboró con los cocineros de Dondonya Shokudo para asegurarse que tanto el proceso de creación como el sabor final fuesen exactamente los adecuados.
Esto parece broma pero no lo es. Los japoneses tienen el honor y la reputación como máximas prioridades a mantener, y una salsa de este tipo en malas condiciones hablaría mal tanto del cocinero como del restaurante donde se sirva e incluso del país del que proviene. Esto se convierte en tema de seguridad nacional.
Aclarado esto, continuemos.
La salsa está preparada para acompañar un plato típico japonés conocido como katsudon (カツ丼). Esta palabra proviene de tonkatsu (chuleta de cerdo) y donburi (bowl de arroz), y normalmente es un plato que se acompaña con huevo o algún tipo de vegetales.
Según las normas de Meijitei, la carne utilizada tiene que ser de la conocida como rib eye, y la relación entre carne y grasa tiene que ser acorde con las normas del restaurante. La chuleta se reboza en pan rallado y se fríe en un aceite de importación. La temperatura y tiempo de freído son cuidadosamente monitorizados. Incluso el arroz, un tipo de grano corto conocido como Akitakomachi, se prepara en un agua purificada mediante el sistema de filtración RO, para garantizar su calidad.
Lo que os decía, esto debe de ser más difícil que hacer una operación a corazón abierto.
Bueno, fue llegar al restaurante y lo primero que vi, ya esperándome en la mesa, fue este cartel:
En la parte posterior del mismo explicaban la historia de la salsa, de 30 años de antigüedad, y su procedencia, acompañando la explicación con dos fotos de los dos restaurantes.
En el restaurante Dondonya Shokudo, el katsudon se sirve acompañado de repollo. Es eso o nada. Lo tomas o lo dejas.
Bien, yo lo tomo, y sin dudarlo.
El set estaba acompañado de una sopa miso y takuan, una especia de rábano encurtido.
Una maravilla. Y todo ello con la salsa por encima. A qué sabía? pues es difícil de explicar, pero sabía muy bien. Además la vendían en botellas sueltas a la entrada del restaurante. La próxima vez que vaya igual me hago con una.
Éxito asegurado.
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