Estos farolillos no son más que una bolsa blanca de papel, con un rudimentario alambre en su parte inferior sobre el que se coloca una pastilla de cera. Al encender la pastilla el aire caliente producido hace que la bolsa se infle y empiece a subir.
La razón de soltar miles de farolillos al cielo varía dependiendo de la fuente que se consulte. Unos dicen que tiene que ver con deshacerse de la tristeza y las preocupaciones. El farolillo simbolizaría así una manera de deshacerse de lo no querido (espiritualmente hablando) y una oportunidad de empezar algo nuevo. Otros, sin embargo, aprovechan esta oportunidad para escribir mensajes positivos, o deseos, en los farolillos, por lo que en este caso el significado sería parecido.
Quién sabe, la cosa es pasarlo bien.
La ocasión más importante del año es sin duda el festival ยี่เป็ง (Yi Peng), que tiene lugar durante la luna llena del segundo mes del calendario Lanna, normalmente en Noviembre.
Otra ocasión importante es la noche del 31 de diciembre, la cual pude presenciar in situ este año pasado. Esa era la primera noche de nuestra estancia en la cuidad, y la verdad es que no nos esperábamos todo este jaleo de farolillos. Ni siquiera sabíamos dónde iban a tener lugar las celebraciones de Año Nuevo (si es que se iba a celebrar algo...).
Si os fijáis en el mapa podréis ver dónde estaba la vieja ciudad amurallada, rodeada a su vez por un canal. Pues bien, donde se unía este canal con la calle Tha Phae había una pequeña plaza donde tenían montado un escenario con un montón de puestos y tiendas alrededor. A lo largo de la mayor parte del canal, y también de varios puntos del río que se ve en la imagen había gente por todas partes comprando, preparando y soltando estos farolillos.
Y nosotros no podíamos ser menos. Había puestos de farolillos a cada 50 metros más o menos, carros llenos de ellos hechos a mano por gente local, que los vendía si no recuerdo mal a unos 50 Baht (1'10€).
Sin embargo la cosa no era tan fácil como parecía, especialmente para primerizos como nosotros. Había que buscar la manera de encender la pastilla de cera sin quemar la bolsa de papel, lo cual teniendo en cuenta la llamarada que echaba no era nada sencillo. Tras un par de intentos fallidos conseguimos encender la nuestra, y tras esquivar convenientemente unos cables de la luz que teníamos ahí al lado conseguimos que siguiera camino hasta que la perdimos de vista en el cielo.
Buscando por Internet, encontré este vídeo del festival Yi Peng del que os hablaba anteriormente. Impresionante:
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Ahora bien, esto todo queda muy guapo, pero digo yo, esto quién lo limpia después? Porque los farolillos suben hasta que se acaba la cera, y después qué? Desaparecen?
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