Así que si pensamos en esta casi obsesión por la limpieza y le añadimos el impresionante nivel tecnológico del país solo nos puede salir una cosa: un 'superváter'.
Hoy os voy a hablar un poco de uno que he podido 'experimentar' y de los obstáculos que tuve que superar, que fueron bastantes.
Pues bien, habíamos acabado de comer en un restaurante en Kyoto y antes de irnos le dije a Anthea que tenía que ir al servicio. Bien, pues me encuentro con lo siguiente:
Una puerta con éste caracter
Y otra con éste
Sin los típicos dibujos de un hombre y una mujer o similares que te encuentras en todos sitios... Y ahora qué, cual es la mía? Menos mal que estos caracteres son iguales que los chinos, y me acordaba del segundo, que significa 'mujer'. Así que el otro tenía que ser el mío...
De todas maneras salí a preguntarle a Anthea para estar bien seguro, no fuera a ser que entrase en el otro y me acabasen metiendo en la cárcel o algo... En ese momento me di cuenta de lo bien que me vienen los cursos de cantonés que estoy haciendo. Sí, difíciles sí que son, pero luego mira como te libran de la cárcel en el momento menos pensado...
Pues bien, entro al servicio y me encuentro con esto:
El retrete con un sensor ahí y varias luces verdes. Y me doy cuenta de que ya no es que no haya una cadena, cuerda o palanca alguna, sino que no hay ni cisterna ni nada que se le parezca...
Bien.
Ahora me doy cuenta de que el truco va a estar en este aparato que había al lado:
Vaya jaleo de botones...
A ambos lados tenemos unos altavoces donde puedes poner música clásica o diferentes efectos para intentar camuflar los otros 'efectos sonoros' producidos por el usuario.
Sabréis que los japoneses, en general son muy tímidos y reservados, y a muchas mujeres les da mucha vergüenza el poder ser oídas por alguien cuando están orinando. Por esa razón solían 'tirar de la cadena' continuamente cuando estaban utilizando un servicio público, con el consiguiente desperdicio de agua. Durante la década de los 80 esta marca, Toto, inventó un aparato que a través de un pequeño altavoz producía un sonido similar al de la cisterna, y que se podía activar presionando un botón o simplemente pasando la mano por delante de un sensor, solucionando los dos problemas a la vez.
Pues venga, vamos a echarle un ojo al panel este...
En el panel frontal tenemos varios botones redondos, y los dibujos que salen en varios de ellos hablan por sí mismos. 'NO TOCAR' parece que me gritaban. De izquierda a derecha: el primero, en naranja, tiene un caracter que significa 'Stop' (acordaros que el japonés utiliza muchos caracteres chinos, y este es uno de ellos). El segundo y el tercero son bastante parecidos, unas nalgas con un spray de agua de varias intensidades: el bidet que tiene el retrete incorporado. El cuarto creo que es una opción para mujeres, no voy a entrar en detalle... Y el último no sé lo que es, pero el símbolo ese es como el de unas olas, una marejada, no sé, el que quiera que lo pruebe.
Pues bien, de momento vimos vamos varias opciones de bidet y de efectos musicales, pero nada de cisternas ni nada de nada... hasta que me fijé en la parte superior del panel:
Ahí vi la luz. Los dos botones de la izquierda eran los que estaba buscando. El de la izquierda con el caracter casi borrado ya que significa 'grande' y el de la derecha que significa 'pequeño', los dos igual que en cantonés, y que en este caso hacen referencia a la cantidad de agua que se quiere utilizar.
Y luego los tres botones de la derecha, para cerrar la tapa, levantar una, o levantar las dos, todo automático. Así da gusto.
Y esto no es nada, hay otros por ahí que cuando te acercas a él se levanta la tapa sola, otros con calefacción (con el asiento con temperatura regulable normalmente de 30º a 40º), otros con un sistema de movimiento para ayudar a las personas mayores a levantarse, otros con perfume, todo automático, otros analizan el tiempo y el momento del día en el que es usado y calientan el asiento minutos antes de acuerdo con esos patrones para ahorrar energía, etc, etc, etc...
En la actualidad se están haciendo varias pruebas para incorporar otros sistemas en los retretes. Por ejemplo, uno para medir el azúcar en la sangre a través de una muestra de orina, y también medir la tensión arterial, el pulso, o incluso el índice de grasas corporal del usuario. Otro es un retrete que responde a comandos de voz, y digo yo que llegará el día en el que el retrete te reconocerá, abrirá su tapa sola, te dará los buenos días y pondrá tu música preferida, ya lo veréis...
Eso sí, eso será en Japón, y en japonés, así que habrá que ir aprendiendo algo para poder darle conversación.
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