La característica principal de este templo son los miles de torii rojos que recorren la ladera de la montaña sagrada Inari, desde su base (donde se encuentra el templo principal) hasta la parte superior de la misma.
Fushimi Inari es el templo más importante del país dedicado a Inari, el Dios Shinto del arroz y patrón de los comerciantes y fabricantes. Por esta razón, muchas compañías acuden al templo deurante los primeros días del año a pedir ayuda para que su negocio vaya bien, y muchas además contribuyen con donaciones para poner uno de estos torii, o pórticos.
Otro detalle que llama la atención en este templo es la cantidad de estatuas de zorros que hay por todos lados. Estos son considerados como mensajeros del dios Inari, llevando en su boca la llave del granero del arroz o una rama del mismo.
Seguro que sabréis que en Japón es costumbre el ir a visitar los templos durante el año nuevo. De hecho la gente hace cola durante horas para ser uno de los primeros visitantes del año... Bueno, pues según mis investigaciones este templo solo atrae una media de 2.7 millones de visitantes durantes los tres primeros días del año.
Bien, y qué día lo fuimos nosotros a visitar? El 1 de enero...
No se podía ni caminar de la cantidad de gente que había. Pero bueno, yo sabía que esto tendría que ser para entrar al templo principal, no para la subida a la montaña (había leído que se tardaban unas 2 horas en subir y bajar). Como podéis ver estaba todo lleno de puestos de comida, muy típico durante los primeros días del año.
Aquí sale la entrada al templo principal, con los dos zorros supervisando. Era increíble la cantidad de gente que había, y todo para pedir un deseo y tocar una de las campanas del templo (se ven en la imagen unas cintas rojas de las que había que tirar). Y sin embargo nadie se empuja, nadie habla en voz alta... esto es Japón.
A la izquierda del guardia de seguridad que se ve en la imagen había una desviación hasta la entrada a la subida a la montaña y todos los torii.
Y empezamos a subir...
La cantidad de torii que había era impresionante. Además (y esto no me di cuenta hasta que empezamos a bajar) estaban todos grabados por detrás, con el nombre del donante y la fecha en la que se hizo la donación para poner el pórtico.
Vista de los torii por detrás |
A lo largo de todo el trayecto está todo lleno de pequeños mausoleos, donde los visitantes hacen una parada durante la subida y piden sus deseos:
Además de todo esto, otra visita fundamental eran los puestos que había por todo el pueblo. Había tal cantidad de cosas que no sabíamos dónde parar...
Empezamos por aquí:
Este era un snack muy típico, un cracker de pulpo, con arroz crujiente y un huevo frito...
Otra de las cosas que probamos eran las brochetas de cerdo y verduras, otro clásico...
Y otra cosa más, unos hojaldres variados acompañados de un sake bien caliente, para entrar en calor.
Después de esta visita solo nos quedaba dirigirnos de nuevo a la estación de tren y volver al centro de Kyoto, para esa tarde teníamos planeado visitar el bosque de bambú de Arashiyama, casi nada...
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