Escoger bien y descansar

La gran mayoría de los resorts que hay en las islas Fiji están situados en el tipo de isla que te imaginas cuando te preguntan 'Qué te llevarías a una isla desierta?´, o lo que es lo mismo, un islote ahí en el medio de la nada con cuatro cocoteros. 

A primera vista alojarse aquí puede sonar atractivo, pero se puede convertir en un inconveniente bastante importante. Imaginaos la siguiente situación: 

Os vais una semana de vacaciones a Fiji y escogéis uno de estos resorts en un islote como este:

El primer día salís a dar una vuelta por el bar/restaurante del resort y una vuelta alrededor del islote. Bien, 10 minutos. Ahora te quedan 6 días, 23 horas y 50 minutos. Como te cuadren dos o tres días medio nublados (como el de la foto), ni tomar el sol ni nada, así que solo te quedará bucear y las actividades que el resort organice (visitas a otras islas, etc, con el consiguiente gasto extra). Luego te coinciden al lado una pareja de turistas a los que cometes el error de darles conversación el primer día y luego ya no se despegan de ti en toda la semana... Ya os veo yo nadando camino al aeropuerto entre tiburones y lo que haya por allí...

Así que como veis, escoger una isla mayor es un detalle más que importante. Playas de postal las hay en casi todas las islas. Arrecifes, corales, peces de colores y demás, también, así que lo que hay que buscar son otros extras culturales que harán tus vacaciones inolvidables. 

En nuestra isla en concreto, además de nuestro resort hay cuatro aldeas, de donde proviene el 90% de los empleados del mismo, además de un montón de pequeñas colinas, bosques y playas desiertas donde las únicas huellas que se ven son las de los cangrejos.

Toda esta gente de las aldeas organiza actividades para dar a conocer su modo de vida, invitándote a conocer su aldea y cómo viven en ella, ir con ellos a misa el domingo por la mañana (eso sí, la misa en fijian...), conocer la escuela local y ver una actuación de los niños, verlos hacer cestas, pulseras, etc, con hojas de platanero y cocotero, ver como cocinan platos tradicionales, participar en la ceremonia del kava y sus canciones típicas, ir a pescar con ellos, hacer rutas por la isla, y un larguísimo etc.


Esto es lo que yo llamo escoger bien.

Así que venga, a descansar:

A partir de mañana os empezaré a enseñar, una por una, todas las actividades que tuvimos la suerte de disfrutar con estos lugareños. Os van a encantar.