Es un país 'raro' para el resto del mundo, donde nada es demasiado excéntrico, donde todo vale, donde se comen algas en vez de patatas fritas, donde el sumo es el deporte nacional, donde tienen la esperanza de vida más alta del mundo, donde se inventó el manga, donde los pisos parecen cajas de zapatos (cuando no zulos). Es el país del sushi, de las geishas y del Yokohama Marinos de Julio Salinas.
Es un país que todavía está en proceso de apertura al exterior, de actividad frenética, de disciplina militar, donde la palabra HONOR se escribe en mayúsculas y donde ni tsunsmis, ni terremotos ni desastres nucleares pueden con la capacidad de recuperación de la población.
Es un país de fila de a uno, de innovación tecnológica, de robots, de templos milenarios, origen de los bonsais, del origami, de la yakuza y de los kamikazes.
En definitiva, es un país al que el resto del mundo no está capacitado a comprender.
Fijaos por ejemplo en esta imagen:
El disfraz es de Totoro, un famosísimo personaje de cómics y dibujos animados. Pero nadie la da importancia, nadie mira para él...
Hoy, como muestra os voy a enseñar dos inventos antológicos, poco conocidos en otros países.
El primero es este:
Y esto para qué vale? Mejor os lo explica Carl Pilkington, en An idiot abroad, programazo de la Sky británica.
Fundamental.
Y qué os parece esto?
Y ESTO QUÉ ES???
Pues eso me pregunté yo también... Pues es un 'aparato' de goma para ejercitar las mejillas y estilizar el perfil de la cara. Ahí lo dejo.
No estarían mejor tocando una harmónica?
Pues no lo sé, porque como os decía antes, no estamos capacitados para entenderlos. Todavía.
Lo de las mejillas es genial. Se me había ocurrido otro uso menos elegante. Son tremendo.
ResponderEliminarEse uso seguro que lo pensó más de uno, Yónatan, jaja.
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