11/6/13

Puntos turísticos de Macao

De vez en cuando me preguntan por Macao. Oye, y Macao? qué tal Macao? Eh? Está lejos? Qué hay por ahí? Bueno, pues aquí va a respuesta definitiva. Y resumida:

En Macao no hay gran cosa. 

Me explico:

Macao es una de las dos regiones administrativas especiales de China (junto con Hong Kong), y fue colonia portuguesa hasta 1999. Eso entre otras muchísimas cosas supone que tengan sus propia moneda (la pataca) y leyes propias.

La más importante, sin duda, es la permisividad que tienen con los juegos de azar. Es la única región de China en la que están permitidos los casinos, la única, y en la actualidad genera más beneficios que la mismísima Las Vegas. Casi nada...

Pues bien, para llegar a Macao desde Hong Kong la forma más elegante de llegar es en helicóptero. Por otra parte, si no somos estrellas del rock queda igual de elegante llegar en ferry, que es muchísimo más barato y además se tarda solo una hora.

Lo rodeado de color salmón es Hong Kong, con Macao a la izquierda

El ferry se coge en Sheung Wan, al oeste de la isla de Hong Kong, o desde Tsim Sha Tsui, en Kowloon.

Vista al oeste desde el embarcadero en Sheung Wan

En la actualidad hay dos trayectos diferentes desde estos dos puntos en Hong Kong, uno que va a la península de Macao y otro que va a Taipa, aunque éste último es mucho menos frecuente:

Regiones de Macao


Pues bien, vamos por la vía rápida y empezando por abajo:

- Coloane: Aquí no hay nada, algún edificio de estilo portugués, alguna playa, poco más.

- Cotai: Aquí están todos los hoteles/casinos más famosos, situados en grandes avenidas y muy separados unos de otros, con nada alrededor. Además, los casinos están acompañados únicamente por tiendas de lujo, con la limitadísima oferta de ningún otro tipo de entretenimiento o actividad.

- Taipa: Zona residencial que cuenta con un hipódromo. Nada más.

- La península de Macao: Bien, aquí es donde la mayoría de los turistas comienzan su visita. Es el barrio antiguo, por así llamarlo y estos son sus puntos de interés:

Un par de calles del estilo 'paso de Benidorm', con tiendas y restaurantes. Muy pequeñas...
 
El hotel Gran Lisboa al fondo
 
Las ruinas de San Pablo, una fachada de una catedral del siglo XVI...


El Monte Fort, justo al lado, fortificación portuguesa desde donde podemos observar la ciudad desde lo alto, e intentar encañonar el hotel Gran Lisboa:


Desde ahí, si miramos hacia el oeste podemos ver parte de la ciudad de Zhuhai, ciudad que pertenece a lo que llamamos 'China continental'. 


Dos vistas de Macao, con Zhuhai al otro lado del río (haced click para ampliar)

Como véis Macao es una ciudad de edificios muy bajos, quitando los cuatro hoteles y demás:


Y la máyoría son además edificioes muy viejos, nada atractivos para los turistas. Fijaos por ejemplo en este:

Esto son jaulas más que balcones

Y bueno, después de esta explicación os estaréis preguntando: Y a qué fuiste a Macao??? Siendo además la cuarta o quinta vez que voy...

Pues eso me pregunto yo, señora! 

No, en serio, pues a qué iba a ir, a picar algo. En Macau, la influencia de la cocina portuguesa es todavía muy importante, y se pueden conseguir productos típicos del país.

Además de todo esto, tienen dos especialidades que conviene conocer:


Estas son láminas de carne, con un toque dulce. Se comen como aperitivo, cortadas en trozos pequeños. 


Estas son las famosas galletas de almendra. Son muy secas y compactas, pero el sabor es espectacular.

Tanto estas galletas como las láminas de carne se pueden probar en las tiendas antes de comprar, y hay muchísimas tiendas que venden estos dos productos, sobretodo en las calles cercanas a las ruinas de San Pablo, de las que os hablaba antes.

Y bien, después de todo esto, merece la pena visitar Macao? Pues sí, pero muy de vez en cuando. A no ser que te quieras ir a meter en los casinos, con tres horas en la ciudad tienes más que suficiente. Además podrás ver todas las señales, carteles y nombres de tiendas en portugués y cantonés, combinación bastante peculiar.

Éste, sin embargo, solo lo tienen en portugués, a la entrada de la fortificación de la que os hablaba antes:


Se me ponen los pelos de punta.

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