En la iglesia

El otro día, como parte de un curso de música que estoy haciendo, tuve que asistir a un concierto de órgano en una iglesia del barrio de Yau Ma Tei, en Hong Kong.

Era un concierto gratuito y abierto al público, centrado en varias piezas para órgano solo compuestas por J.S. Bach.

Nada más entrar ya me di cuenta que la cosa iba en serio. Estaba todo el mundo 'estudiando' el programa, en silencio, como si fuesen a preguntar...

Abro el programa y me encuentro partes de partituras, análisis de las obras, letras de los 'corales' en alemán, inglés y cantonés... 20 páginas llenas de información. Menos mal que vine con tiempo.

A ambos lados de la iglesia encendieron un proyector (en las imágenes solo se ve el lado cercano al órgano), donde la intérprete, acompañada por varios profesores de la universidad, explicaron varios detalles de las composiciones. Las explicaciones iban acompañadas por demostraciones (trozo a trozo), antes de la interpretación completa de la pieza.

A mitad del concierto me fijé en el banco que tenía delante, donde pude ver este libro:

Le di tres o cuatro vueltas hasta que encontré la portada... Este libro tiene algo raro, fijaos en que la portada está al final! Error de imprenta? Pues no señora. Me explico...

En cantonés se publican libros en dos sistemas diferentes:

- Uno es el que nosotros conocemos, escritura de izquierda a derecha y de arriba abajo.

- El otro es en el que está escrito este libro, escritura de arriba abajo, renglones de derecha a izquierda, y encima este tiene dos bloques por página, siendo el primero el superior. Casi nada.

Si os fijáis en las imágenes podréis ver (con mucha suerte) cierto orden en los números que acompañan los renglones. Por ejemplo, en la segunda imagen habría que empezar a leer por la parte superior derecha, donde hay dos columnas de caracteres en negrita (lo que viene a ser el título de esa sección/capítulo). De ahí seguimos el orden de los números (de derecha a izquierda) hasta el centro del libro, y bajamos a la parte inferior de la página derecha. Al acabarla continuaremos en la parte superior de la página izquierda, comenzando por la derecha, de arriba abajo, continuando con su parte inferior. Después pasaríamos la página (de izquierda a derecha) y repetiríamos el proceso.

Este jaleo monumental se multiplica por 100000 cuando el libro que estamos leyendo no es otro que el que tenía yo en las manos, La Biblia, de ahí lo de los números (versículos).

Ahora bien, imagínense Vds. aquí para encontrar un versículo en concreto. 'Y dijo Dios a los Fariseos: (media hora buscando el versículo)', y 'ya lo dijo Juan en su evangelio (otra media hora)'. Serían misas interminables. Menos mal que a mí me gusta más otro tipo de literatura y no me tengo que enfrentar a estos problemas frecuentemente.

Uy que me despisté, que ya se acabó el concierto!. Muy bien tocado, muy bien, sí señor.