25/8/10

Viaje de ida: Londres - Bombai - Hong Kong

El viaje lo empezamos en Londres (Heathrow) donde habíamos quedado todos juntos. Sean, Joanne y yo, que habíamos dormido esa noche en un hotel cercano, y Katie, que venía desde Shrewsbury directamente para hacer el check-in.

Después de unos cuantos problemas con el equipaje y demás (véase foto)




pudimos embarcar sin ningún otro contratiempo. Bueno, a mí me registraron la mochila 2 veces, y seguía pitando...

En el avión todo muy bien, películas y juegos en los asientos, íbamos como generales, hasta que llegamos a Bombai. Llegamos como con media hora de retraso, y teníamos que coger el avión de allí a Hong Kong. Lo primero que notamos era que incluso dentro del aeropuerto no se podía ni respirar. Más de 30 grados seguro que había y un pestazo a curry o algo así. Las colas para hacer las conexiones eran kilométricas y nos separaron a hombres y mujeres (todavía no sé por qué razón).

Luego la policía (armada con fusiles de antes de la guerra) empezó a colar a gente según les daba la gana, separando de esta manera a familias enteras y a grupos de amigos (en nuestro caso acabamos los 4 separados). Aquí había 2 problemas: 1- el avión iba a salir y las colas no avanzaban 2- Los policías no parecían andar con contemplaciones.

Los sistemas de seguridad eran los siguientes:

Le había que poner una etiqueta a la mochila o bolso que llevases cuando la pasabas por los rayos, pero sin poner nombre ni nada. Luego dejabas cartera y todo lo que llevases en los bolsos en otra bandeja y te ibas como a 50m de allí a pasar por el detector de metales. Obviamente, al llevar reloj, cinturón y demás todo el mundo pitaba, y te tenían que registrar, por lo que se perdían otros 3 min por persona ahí. Luego había que ir a buscar la mochila y demás al otro lado (esperando que estuviese todo) y echar a correr a la puerta de embarque.

En este momento ya estaba solo, nos perdimos los 4. Llego a la puerta de embarque, bajo las escaleras y resulta que hay un avión de la misma compañía ahí mismo. Me voy a subir y resulta que no era el mío, vienen dos policías y dicen que tengo que subirme a un autobús que había a 50 m (todo esto sin ninguna indicación y ya a la 1 de la mañana...). Me subo al autobús y tuve que preguntar dos que tenían pinta de ingleses si iban a Hong Kong. Afortunadamente Joanne apareció de la nada y después de otros 10 min por fin nos subimos al avión que era. Y ni rastro de Sean y Katie. Aquí unas fotos pretendiendo que estábamos los 4:





Bueno, pues al final aparecen 2 min antes de que cerraran las puertas (estaban esperando por ellos, básicamente).  Justo antes de despegar y de que llegaran ellos, pasó un azafato de vuelo y me dió un bote con un líquido amarillento que estaba a medio camino entre ser un zumo de limón y amoniaco del que se usa para limpiar los cristales, obsérvese en la foto acompañado de una toalla para limpiar las manos (en este caso casi congelada):




 Después de 16 horas de viaje, de que casi nos detengan, de que hubiéramos quedado la mitad  por el camino, de que nos hubieran acribillado a tiros en Bombai y de que me envenenasen en el avión,  por fin llegamos a Hong Kong, País/Ciudad donde las conexiones a internet poco menos que las regalan en los paquetes de chicles. Ahora sí a tratar con el jet-lag, que esa fué otra...



1 comentario:

  1. ¡¡Hola!!

    Dios, qué risas me acabo de echar!! Supongo que en el momento todo debió de ser un putada tras otra pero está súper gracioso así contado. ¡Qué chungo todo! ¡Yo no voy a verte sola ni de coña!

    bsss

    Tamara

    ResponderEliminar