Hace unos años, a finales de 2011, os hablé de los diferentes tipos de KitKats exclusivos de cada región de Japón. Podéis repasar los sabores exóticos de los que os hablé haciendo click AQUÍ.
Pues bien, el otro día me encontré un tipo de KitKat que no conocía, y que por el envoltorio no tenía ni idea del sabor que podía ser. Le di un par de vueltas al paquete, y entre las fotos, los diferentes dibujos explicativos y demás llegué a la conclusión de que eran unos KitKats que había que meter en el horno. No me lo podía creer.
Este era el paquete:
Compré dos bolsas.
Estos paquetes son de las típicas que encuentras de otras marcas con chocolate 'snack size', versiones pequeñas de las chocolatinas más conocidas. En este en concreto vienen 13 paquetes pequeños, con dos barritas cada uno:
Al meterlos en el horno una capa de azúcar que tienen por encima empieza a cristalizar y se convierte en caramelo. Este es el aspecto que adquieren después de 2 minutos o así en el horno:
Este es el aspecto de la segunda tanda, porque la primera los dejé calentando 'un poco' más de la cuenta. Vamos a dejarlo ahí...
El sabor en sí es mu dulce: chocolate blanco, el barquillo tradicional y una capa de caramelo cristalizado. Una maravilla, vamos, y luego además puedes dejarlos enfriar o comerlos recién salidos del horno, escaldando lengua, paladar y demás a su paso, a gusto del consumidor.
Según me informaron el otro día, hay una advertencia en los paquetes que dice que los demás productos de la marca NO se deben hornear. Está bien que avisen, porque fue lo primero que pensé en hacer yo después de probar estos.
Y el precio? Pues aquí en Hong Kong unos 2'20€ cada paquete, muy baratos a mi parecer. Habrá que comprar otras 15 o 20 bolsas por si se revalorizan.
Habrá que probarlos antes de que se acaben, porque ya se sabe cómo vuelan aquí las cosas.
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